El presente año inició y aunque muchos nos propusimos muy emocionados, objetivos que claramente nos harían crecer en muchos ámbitos de nuestra vida. Lamentablemente, no todos tuvimos tanta suerte con respecto a nuestra formación académica. No obstante, encontrarnos en los últimos meses del año no significa que debamos dar todo por perdido.
Para tener claro qué camino debemos tomar para remediar nuestra situación es primordial, evaluar nuestro caso basándonos en primera instancia por el reglamento académico de nuestra institución, sea cual sea el grado en que nos encontremos estudiando. De esta manera podremos tomar en cuenta otros factores para realizar una medición de nuestras posibilidades, entre estos podríamos destacar:
- El porcentaje de ausencias que hemos acumulado en el transcurso del curso vs. el porcentaje de ausencias permitido por el reglamento estudiantil: esto nos dará claridad en saber si existe la posibilidad de que con esfuerzo extra se podrá aprobar el año, también nos dejará saber si aún contamos con el derecho de efectuar las pruebas de ampliación, en caso de que esta llegará a ser nuestra situación.
- El reporte de notas: ya sea semestral o trimestral (según la forma evaluativa utilizada por la institución) y las calificaciones obtenidas de las pruebas realizadas en el periodo en curso.
- El nivel de esfuerzo que estás dispuesto a poner de tu parte: este factor es de suma relevancia ya que, en poco tiempo deberás poner a pruebas tus límites. En otras palabras tendrás que hacer en días el trabajo que no realizaste en meses.
- Las posibilidades que tienes de ganar el curso lectivo: esta información sólo te la podrán suministrar tus profesores, de manera que es sumamente necesario que te acerques a conversar con ellos, tú o ya sean tus padres o tutores legales. Además, es primordial que les hagas saber sobre tu preocupación al respecto y el esfuerzo que deseas empeñar para no tener que presentarte en exámenes de convocatoria. Incluso, podrías cuestionarle(s) la posibilidad de realizar algún tipo de trabajo extraordinario que te ayude en tal efecto; aunque debes tener claro que el docente no se encuentra en la obligación de acceder. Por lo tanto, esta opción quedaría al criterio del profesor.
Cuando ya tienes bien despejado tu escenario, es momento de trabajar en tu objetivo. Ya sea realizar el sacrificio necesario para obtener calificaciones que te permitan ganar el año sin necesidad de pruebas extraordinarias; o bien, prepararte de la mejor manera y con el tiempo a tu favor para rescatar tu grado en los exámenes de ampliación.
Sea cuál sea tu situación final, puedes visitar el artículo que mejor se adapte a tus necesidades sea Misión: Salvando el año escolar (sin ir a convocatoria) | Plan A o Misión: ¿Exámenes de ampliación? | Guía práctica para aprobar | Plan B. Te dejaré con mucho cariño la guía que mas se adecue a tu situación, para que puedas afrontar y ganar este reto de la mejor manera.
¡Mucha Suerte!
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